domingo, 17 de febrero de 2013

Una filosofía sobre las enfermedades crónicas

Una filosofía sobre las enfermedades crónicas

Hace unos días conversaba con un médico sobre la postura que adoptan algunas personas frente a distintos tipos de enfermedades crónicas (o condiciones médicas) que puedan tener. 

Lo normal, "lo sano", abdica a una filosofía rígida de rutina y responsable en los actos: tomar los medicamentos, evitar los factores estresantes o nocivos, mantener una vida rutinaria y acorde a lograr un bienestar tanto físico como mental para ellos mismos y así disminuir los riesgo descompensaciones de la enfermedad. 

Y es cierto, es "lo sano" para un montón de enfermedades, pero ¿qué pasa si se toma el otro camino? el camino no pavimentado donde el único sensor de seguridad es el conocimiento que te va dando tu propio cuerpo, ir conociendo y anticipándote a las caídas, aprender a apagar los incendios que se puedan provocar durante ese conocimiento que implicará, sin duda, sufrimiento pero que al final, la recompensa puede ser más grande; lograr convivir con ella y quizás crecer de manera personal pues las experiencias van a ser más fuerte que estar con todo los cuidados disponibles. Darte cuenta, como diría Nietzsche, de que la grandes épocas de nuestras vidas son aquellas en donde podemos considerar lo que es malo en nosotros como lo mejor que hay en nosotros.

Pero claro, quizás esto sea mas factible en enfermedades que tienen menos impacto fisiológico, quizás esto sea factible para enfermedades o trastornos mentales o quizás esto sea factible para enfermedades menos graves, quizás sea factible donde hay sistemas de creencias que permiten al individuo elegir y darle un sentido a su condición, pero creo, que lo más importante y tal como lo dice el mismo autor citado anteriormente, así como Frankl o Adler, la voluntad de poder es la clave para seguir adelante, para poder avanzar y levantarte, darle sentido para poder seguir avanzando y creciendo en la vida y a nivel personal. 

La voluntad de poder es, para Nietzsche, aquel impulso natural y propio de la naturaleza que busca la autoconservación y supervivencia, elevándola, en el ser humano, a un mejor estado de vida, un constante estado de crecimiento.

Por último y tomando las ideas de Maslow, una enfermedad crónica se verá siempre afectada por la falta de amor, del amor que prima en en todas las aristas del ser humano, pues el amor que se tiene, el amor que se da, el amor que se recibe y el amor que se vive es otra de las fuerzas fundamentales para la vida y para conllevar una condición fuera de lo normal. 

Por lo tanto entrenando la voluntad de poder y viviendo el amor puedes quizás lograr eliminar eso a lo que se llama enfermedad crónica.... y suena místico o soñador, pero años de estudios y múltiples casos lo han demostrado. Se dice "Querer es poder" pero hay que aprender a "Querer" antes de "Poder" y es ahí donde entra la voluntad de poder y el amor. 


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