martes, 10 de noviembre de 2009

El bicho extraño

El bicho extraño


¿Cómo puede vivir un león entre gatos? ¿Cómo puede un electrón vivir entre protones? ¿Cómo un humano podría vivir entre monos? Con estas preguntas el tema ya se ha introducido pues el problema que existe en alguien cuando es extremadamente diferente a la norma es gigante y apoteótico. El no encontrar iguales que compartan gustos, estilos de vidas, actividades u hobbies pueden embarcarte directamente a la isla de la soledad, la que te lleva a reforzar, aún más, aquella particular cualidad.


Otro caso similar resulta cuando el bicho extraño ya está formado y vuelve a compartir a la sociedad, trata de adaptarse a los demás, compartir sus actividades, etc., y cuando todo le parece bien, se da cuenta de que realmente esas cosas no le son de su agrado y las realiza por convertirse en un ser empático, que abandona, de alguna forma, sus ideales, pues es sabe que la mayoría no los compartirá o agradará, y sigue lo que los demás quieren. Aquel problema también es grande y lleva al bicho a replantearse una y otra vez su vida, tal y como le sucedió al Zaratustra de Nietzsche.


Lo interesante es plantear ¿debe el bicho extraño dejar de serlo para ser aceptado? O ¿los demás deben aceptarlo tal como es? O ¿debe encontrar una equilibrio sin radicalizar ambas posturas anteriores? Quizás la respuesta la tenga el maestro espiritual hindú Rajneesh Cahndra Mohan JAin, más conocido como Osho, quien nos dice que “No importa que te amen o te critiquen, te respeten, te honren o te difamen, que te coronen o te crucifiquen porque la mayor bendición que hay en la existencia es ser tú mismo.”


*texto producido por el staff de fromdistantearth.blogspot.com, todos los derechos reservados.

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