martes, 24 de marzo de 2009

La Antimateria, el sueño energético

La antimateria, el sueño energético.

Sin lugar a dudas, uno de los grandes problemas de la humanidad, quizás el mayor, es el problema energético; el ser vivo significa ser energía. Todo lo que hacemos y pertenece a la vida que hemos construido hasta ahora requiere de energía; transportes, comunicación, avances tecnológicos y científicos, etc., etc.

Desde la conquista del fuego el hombre se ha esforzado por descubrir nuevas fuentes energéticas y cómo utilizarlas de forma más eficiente para aprovechar toda su potencial y liberar a este de los complejos métodos de extracción que hasta nuestros días existe.

Para muchos, la solución está en las fuentes de energía infinita, las que hasta el momento sólo se conocen en el ámbito teórico o, incluso, utópico. Entre las tantas que se manejan, cabe destacar la energía anti-gravitacional (energía en base a la fuerza gravitatoria que ejerce cada cuerpo en el espacio, la curvatura en el espacio-tiempo), la energía electromagnética (como su nombre lo indica, la energía eléctrica en base a fuerzas magnética colosalmente superiores a las que se conocen hoy en día) o una muy curiosa que se basa en la energía que libera cada persona al caminar…

Pero para los mayores físicos teóricos que existen en nuestros días, la respuesta está en la singular antimateria; la no-materia que se forma por la agrupación de antipartículas de forma análoga a lo que sucede con la materia que nos compone. Muchos ríos de tintas nacido desde este tema, llegando a teorías tan particulares como la posible existencia de un anti-universo; creado por antimateria y anti-gravedad, el cual no cumpliría con todas las leyes físicas que funcionan en este lugar.

La antimateria (como el antiprotón o el anti-hidrógeno) se ha teorizado que existe en la misma proporción de materia y está presente en nuestro universo, aunque éste último punto ha sido de mucha controversia, pues la gran característica de la antimateria es la de que si se junta con materia, ambas se ‘destruyen’ y convierte en energía pura, dicen que diez mil millones más que una potente reacción química; además la energía liberada es muy similar a la teórica ecuación: E=mc2.

La gran cantidad de energía que se obtiene gracias a esta unión de contrarios, ha de ser tal que se ha calculado que tan sólo con, aproximadamente, diez miligramos de antimateria, una nave podría ir y volver al planeta Marte. Incluso que con el volumen de un centavo de antimateria, alcanzaría para que una nave pudiera llegar a la constelación más cercana a la Tierra, Sagitario.
Con respecto a la producción de antimateria, está se produce, en palabras simples, en los aceleradores de partículas que aceleran un átomo hasta lograr una velocidad que desintegra a éste en más de veinte mil partículas elementales, las que chocan contra placas metálicas especiales, y jugando con algo de posibilidades, quizás sólo una de ellas se convierta en antimateria. El proceso, además de ser más costoso que todas las extracciones es de energía que actualmente utilizamos, los sistemas de almacenamiento son tan arcaicos que menos del 10% de lo que se produce se logra contener en tubos al vacío con un poderoso campo magnético que aísla a estas destructivas partículas de la materia. Sin embargo, pese a que los métodos tanto teóricos como productivos son muy arcaicos aún, esta forma pareciera ser la alternativa más viable para resolver el gran problema energético que reina aún en nuestros tiempos y que muchas veces es un pretexto (o causa) para iniciar algún conflicto armado o ético.

Habrá que estar expectante a lo que sucede durante los próximos años, en especial el famoso acelerador de partículas europeo que hace algún par de meses fue noticias por las supuesta psicosis colectiva que erróneamente se había propagado por la opinión pública sobre la posibilidad de que ese experimento pudiera terminar con la vida conocida hasta ahora.


*Texto producido por el staff de fromdistantearth.blogspot.com, todo los derechos reservados.

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