martes, 8 de diciembre de 2009

Amor obsesivo

Amor obsesivo

Amor obsesivo en su forma más leve es bien común en la edad de la adolescencia e inicios de la adultez joven en donde una persona está emocionalmente obsesionada con otra. Tenemos también a la adicción al amor que es un proceso donde la persona se ata insanamente a otra, volviéndose absolutamente dependiente de ella. Luego viene una fase de adicción a la relación, donde la persona necesita de la relación para ‘vivir’. Finalmente viene lo que se conoce como codependencia en donde la persona se vuelve física y emocionalmente dependiente de la otra, buscando en ella la aprobación y condicionando su vida respecto a lo que la otra le señala (sea alago o crítica).

Entre sus causas sus causas destaca el ocio, los sentimientos de sentirse vulnerable y fracasado, una inflada opinión de sí mismo, algunas particulares experiencias de la niñez, sentimientos de sentirse especial o diferente y/o desigualdad entre el amante y la pareja.

Este amor obsesivo consta de cuatro fases, en las que se manifiestan los siguientes ‘síntomas’:

Fase uno: La atracción
Comienza un interés romántico luego de hablar algunos minutos. Surge una inquietud por saber si aquella persona se encuentra en una relación. Se vuelve ‘fijón’ en las características físicas de la persona, ignorando las diferencias de personalidad. Se comienza a fantasear con la persona da características ‘mágicas’ a la otra. Se manifiesta comportamiento controlador.

Fase dos: La ansiedad
Nacen pensamientos infundados de infidelidad y se demanda actividades diarias normales. Nace el miedo de ser abandonado por la inclinación del otro hacia otra persona. Una necesidad constante por estar en contacto con la otra persona. Fuertes pensamientos de desconfianza emergen que causan depresión, resentimiento y tensión. Siguen los comportamientos de control. Surgen sentimientos de que el otro no necesita ni debe hablar ni juntarse con otros. Violentas respuestas cuando la otra persona le ‘desobedece’ y ‘niega’ sus demandas.

Fase tres: La obsesión
LA persona dependiente no deja de pensar en su amor y requiriere de la constante atención de la otra. Neuróticos y compulsivos comportamientos que incluyen llamadas rápidas (o mensajes email o chat) a donde quiera que se encuentre la persona. Infundadas acusaciones de infidelidad debido a la ansiedad. Acosar la casa de la persona, llegar sin previo aviso, insistir en visitarla una y otra vez. Monitoreo físico y electrónico para conocer las actividades diarias de la persona, manteniendo un control absoluto de su vida. Extremas tácticas de control que buscan manipular a la persona ‘amada’, aunque ésta sea la causa de su dependencia.

Fase cuatro: La destrucción
Recurrentes sentimientos de depresión y vacío interior. Pérdida de sí mismo debido al colapso de la relación. Extremos sentimientos de auto-culpa y auto-odio. Ira, rabia y deseos de vengarse contra su persona ‘amada’ por romper la relación. Reniegan que la relación haya terminado y anteponen frases como el “el amor volverá” y “te prometo cambiar”. Uso extremo de drogas, alcohol, comida o sexo para ‘sanar’ el dolor emocional.

Esta obsesión destruye lo que se conoce por amor, dejando a ambos individuos con daños experienciales que podrían proyectar, posteriormente, en sus relaciones venideras o, quizás, simplemente eviten ‘enamorarse’ nuevamente. Además puede terminar con delitos que pueden ser como violencia, violación y asesinatos.


*texto producido por el staff de fromdistantearth.blogspot.com, todos los derechos reservados.

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