martes, 24 de febrero de 2009

En busca de vida inteligente.

En busca de vida inteligente.

Hace ya un par de décadas que el interés por buscar vida inteligente, diferente a la hasta ahora conocida, se ha incrementado de forma vertiginosa gracias a una señal captada por un satélite, señal mundialmente célebre por su nombre Wow!

La aludida señal fue captada en 1977 por el radiotelescopio Big Ear, el cual no grababa las señales, sino que las imprimía en un papel utilizando un código especifico, con el que la señal Wow! fue archivada con las siglas “6EQUJ5”. La señal sobresalió de una forma estrepitosa respecto al continuo sonido que el Big Ear captaba del universo, del ruido del gran universo, y tuvo una duración de tan sólo 72 seg. Esta señal ha sido única hasta hoy en día, haciéndola aún más famosa, y sirviendo como puntapié inicial para que muchos estudiosos busquen la posible explicación frente a ésta. Entre las múltiples explicaciones, existen tres que se han fortalecido durante el tiempo; algún evento de corte astronómico (como una colisión de galaxias), un satélite artificial que haya sido captado por el radiotelescopio y, la más soñada, la señal de alguna civilización inteligente.


Luego de la conmoción mundial que causó Wow!, muchos científicos se embarcaron en la aventura de encontrar vida inteligente y quizás, hacer contacto con alguna de ellas. Entre las primeras ideas tenemos la de enviar señales a través de ondas electromagnéticas a los lugares donde se cree que podría haber vida inteligente como la constelación de Sagitario, posición en la que se captó Wow!


A medida que los años transcurrían y la tecnología lo permitía, se implementaron ideas más osadas para ayudar a cumplir aquel sueño nacido en 1977. Con ello se lanzaron las primeras sondas con mensajes de la humanidad; la primera fue una placa que contenía la posición del Sol respecto a catorce pulsares cercanos a éste, una imagen del hombre y la mujer desnudos, otra de la nave que lleva el mensaje, otra del sistema solar (destacando el planeta Tierra) y, por último, una imagen de la molécula de hidrogeno, el elemento más abundante de lo que se conoce del universo.






Posterior a este mensaje, se utilizó la codificación binaria para enviar información de nuestra civilización. Para ello se eligieron siete mensajes; los dígitos de nuestro sistema decimal, las moléculas de la vida, algunas ecuaciones químicas fundamentales para lo anterior, la hélice del ADN, la imagen del ser humano, el sistema solar (nuevamente destacando nuestro planeta) y la nave que lleva tal mensaje.



Uno de los últimos mensajes realizado fue algo más complejo a los dos descritos anteriormente, pues consistió de dos sondas, cada una con un disco de oro, el cual, ya más complejo, muestra en una de sus caras la imagen del Sol frente a los catorce pulsares, una imagen de la molécula de hidrogeno y las instrucciones de cómo reproducir el mensaje que éste lleva. La información ya es más compleja pues cuenta con 31 sonidos y 116 imágenes, ambos de nuestra gran civilización y seleccionados por el prestigioso físico estadounidense Carl Sagan. Entre los sonidos encontramos el aria de la reina de la noche de W.A. Mozart, sonidos de nuestra primera fase de la vida, de los elementos que hasta ese entonces existían, animales, un saludo grabado en 55 idiomas, la quinta sinfonía de Beethoven, entre otros. Para las imágenes tenemos diferentes ángulos de nuestro planeta, tanto en su exterior como su interior, fases de nuestra vida, nuestros animales, avances, entre otros.




En el año 2007 se calculó que estas sondas se deberían encontrar a 15mil millones de kilómetros de la Tierra, lo cual aún es poco para alcanzar su objetivo que es el grupo de estrellas M13, el que se encuentra a 4 millones de años luz (1 año luz = 9.5 billones de kilómetros). Además, se ha cuestionado la capacidad de estos proyectos para encontrar lo que se denomina vida inteligente, pues las probabilidades de que un objeto de tamaño insignificante respecto a un planeta, que depende de los campos gravitatorios de cada cuerpo del espacio para poder avanzar, pueda encontrar algo son muy ínfimas, por lo que muchos han nombrado esto con un mero sueño.


Para remediar el problema, el proyecto SETI, ahora en manos de privados, ha optado por analizar los datos provenientes del universo, tal como la señal que se nombraba al principio de este texto, y para esto ha implementado un programa para que cada persona que desee participar pueda aportar con el procesamiento de datos que se reciben cada segundo desde el inmenso espacio exterior, pues en la actualidad no existe alguna computadora con la capacidad necesaria para procesar todos esos datos que se reciben segundo a segundo.


Para esto, puedes visitar el sitio de este novedoso proyecto: http://setiathome.berkeley.edu/ y para descargar el programa lo puedes hacer desde aquí: http://boinc.berkeley.edu/download.php el que simplemente debes ejecutar para que procese y envíe los datos a la universidad a cargo de este, simplemente eso.


*Texto producido por el staff de fromdistantearth.blogspot.com, todo los derechos reservados




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