martes, 5 de mayo de 2009

¿Leyes robóticas?

¿Leyes robóticas?


La atmósfera post guerras mundiales proporcionó a las personas a comenzar a mirar hacia nuevos horizontes, de los cuales, uno de ellos, fue el futuro, en el que las ideas dibujaban una vida fácil, en que los humanos compartirían con otros seres, algunos de ellos androides. La vida que se creía databa para algunos milenios más, pues no se pensó que la ciencia avanzaría más rápido de cómo había avanzado hasta ese entonces. Pero, 50 años más tarde, esto se vería mucho más cercano.

En la última década la humanidad se ha visto asombrada por los avances robóticos, en especial los que han venido desde el lejano Japón, aunque en muchos otros países, como EUA o Alemania, han aportado también con grandes potencialidades. Múltiples han sido los usos que se le han dado a estos mecánicos amigos; seguridad, guerra, nanotecnología, fabricación u organización.

Debido a la rapidez con la que ha avanzado, se ha comenzado a hablar sobre de que si algún día la mayoría de los robots logran su autonomía, éstos deberían de regirse por leyes, para que nuestra seguridad no se vea en peligro. En Japón, por ejemplo, ya se ha redactado un código a nivel local, en el que incluso se ha tratado un tema bien suspicaz, que trata sobre la unión entre un ser humano y una máquina en una especie de “matrimonio”.

En los últimos meses, en EUA se ha comenzado a profundizar más en el tema, pues lo que les preocupa es la autonomía que potencialmente podría desarrollar, debido a que se convertirían en unos nuevos seres. Por ello, se ha comenzado a estructurar leyes para que se les implante a todos los androides que cuenten con autonomía, para que así no nos veamos amenazados por nuestra creación. Se pretende que estas leyes sean de carácter mundial y, para ello, se han buscados distintas bases que tengan ese carácter, y es entre estas, que las leyes del famoso escritor de ciencia ficción Isaac Asimov (1920-1992) han tomado un importante peso.

Aquellas famosas leyes son:

1. Un robot no puede hacer daño a un ser
humano, o por inacción, permitir que un ser humanos sufra
daño.
2. Un robot debe obedecer las
órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en
conflicto con la primera ley.
3. Un robot
debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre
en conflicto con la primera o segunda ley.


Entonces, ¿será posible que cuando estos nueves ‘seres’ ganen su autonomía se vuelvan en contra de sus creadores o simplemente hagan honor a su nombre Robot (del checo ‘esclavo’)?


Mientras tanto, les dejo algunos videos con los avances más significativos:


“Big Dog”, desarrollado por Boston Dynamics, EUA. Una mula de carga para soldados del ejército de EUA. Impresiona su adaptabilidad para caminar sobre diversos terrenos y por contar con, prácticamente, más reflejos que ningún ser vivo.

“Robot Bebé”, desarrollado en Japón. Creo que es uno de los más extraños, pues simula un bebé humano de aproximadamente un año de vida, el que comienza a aprender las diferentes habilidades, como hablar o caminar. Con él se pretende comprender el comportamiento humano.

“Pez Robot”, desarrollado en Londres. Su más significativo aspecto es la eficiencia del uso energético, pues con la anatomía del pez, la energía se aprovecha considerablemente mejor que con una simple hélice. Su propósito sería analizar químicamente mares, lagos u otros, con el fin de evitar contaminaciones, además de servir para descontaminizar.

“Asimo”, desarrollado en Japón. Es uno de los primeros androides que cuenta con tantas funcionalidades que se acercan a lo ‘humano’.


* Texto producido por el staff de fromdistantearth.blogspot.com. Todos los derechos reservados. Videos tomados des www.youtube.com