martes, 11 de agosto de 2009

Pseudoamores según Fromm

Pseudoamores según Fromm

Amor idolátrico
Si una persona no ha alcanzado el nivel correspondiente a una sensación de identidad, de yoidad, arraigada en el desenvolvimiento productivo de sus propios poderes, tiende a “idolizar” a la persona amada. Está enajenada de sus propios poderes y los proyecta a la persona amada, a quien adora como al sumun bonum, portadora de todo amor, toda luz y toda dicha.

Amor sentimental
Su esencia consiste en que el amor sólo se experimenta en la fantasía y no en el aquí y ahora de la relación con otra persona real. La forma más común de tal tipo de amor es la que se encuentra en la gratificación amorosa substitutiva que experimenta el consumidor de películas, novelas románticas y canciones de amor. Todos los deseos insatisfechos de amor, unión e intimidad hallan satisfacción en el consumo de tales productos. Una pareja suele vivir proyectando sus fantasías y deseos hacía el futuro.

Amor neurótico
Consiste en el uso de mecanismos proyectivos a fin de evadirse de los problemas propios y concentrarse, en cambio, en los defectos y flaquezas de la persona “amada”. Los individuos se comportan en ese sentido de manera muy similar a los grupos, naciones o religiones. Son muy sutiles para captar hasta los menores defectos de la otra persona y viven felices ignorando los propios, siempre ocupados tratando de acusar o reformar a la otra persona.

Amor neurótico progenitor
Radica en el hecho de que uno o los dos “amantes” han permanecidos ligados a la figura de un progenitor y transfiere los sentimientos, expectaciones y temores que una vez tuvieron frente al padre o la madre, a la persona amada en la vida adulta; tales personas no han superado el patrón de la relación infantil, y aspiran a repetirlo en sus exigencias afectivas en la vida adulta. En tales casos, la persona sigue siendo, desde el unto de vista afectivo, una criatura de dos, cinco o doces años, mientras que, intelectual y socialmente, está al nivel de su edad cronológica. En los cases más grave, esa inmadurez emocional conduce a perturbaciones en su afectividad social; en los más leves, el conflicto se limita a la esfera de relaciones personales íntimas. Uno o los dos “amantes” buscan superar la imagen paterna o materna a través de su pareja.

Amor por satisfacción sexual
El amor no es el resultado de la satisfacción sexual adecuada; por el contrario, la felicidad sexual –y aun el conocimiento de la llamada técnica sexual- es el resultado del amor. Si aparte de la observación diaria fueran necesarias más pruebas en apoyo de esa tesis, podrían encontrarse en el vasto material de los datos psicoanalíticas. El estudio de los problemas sexuales más frecuentes-frigidez en las mujeres y las formas más o menos serias de impotencia psíquica en los hombres-, demuestra que la causa no radica en una falta de conocimiento de la técnica adecuada, sino en las inhibiciones que impiden amar. El temor o el odio al otro sexo están en la raíz de las dificultades que impiden a una persona entregarse por completo, actuar espontáneamente, confiar en el compañero sexual, en lo inmediato y directo de la unión sexual. Si una persona sexualmente inhibida puede dejar de temer u odiar, y tornarse entonces capaz de amar, sus problemas sexuales están resueltos. Si no, ningún conocimiento sobre técnicas sexuales le servirá.

Amor como trabajo en equipo
Lo más importante es encontrar un refugio a la sensación de soledad que, de otro modo, sería intolerable. En el “amor” se encuentra, al fin, un remedio para la soledad. Se establece una alianza de dos contra el mundo, y se confunde ese egoísmo con amor e intimidad. La importancia que se otorga al espíritu de equipo, la tolerancia mutua, etc., es algo relativamente reciente. Un concepto de amor en el que la mutua satisfacción sexual suponía ser la base de las relaciones amorosas satisfactorias, y, especialmente de un matrimonio feliz.

Referencias desde “El Arte de Amar” (1959). Erich Fromm.

*texto producido por el staff de fromdistantearth.blogspot.com, todos los derechos reservados.

No hay comentarios: