martes, 1 de diciembre de 2009

El querer no existe...

El querer no existe.



A ratos escuchamos decir a las personas “te quiero”, “te adoro”, “te amo” y muchas de esas veces no podríamos quedar pensando en ¿cuál es la diferencia entre ellos? Pues bien, para responder esta interrogante recurrimos a la fisiología nuestra y a los, quizás, grandes sabios de la historia.


Para el primero, pensamos en las distintas emociones producida por la liberación de ciertas sustancias químicas, como podrían serlo algunas hormonas, que producen efectos a nivel del sistema nervioso, que en raudas palabras, la activación del sistema nervioso parasimpático, junto con el sistema endocrino, provocan una serie de reacciones a nivel sistémico que pueden ser expresiones faciales, cambios de temperatura, cambio del pensamiento, entre otros. Una emoción puede durar desde unos pocos segundos hasta muchos años. Estas emociones, según los investigadores, son el miedo, la ansiedad, la tristeza, la rabia, el amor y el estrés, conocidas como las emociones primarias, las que, según lo anterior, provocan cambio en el organismo que pueden inducir a enfermedades o sanaciones.


Con la fugaz revisión de las emociones, sólo encontramos una que se relaciona al concepto que buscamos, aparentemente, diferenciar y esta es el amor. Sentir amor, entonces, es un estado personal que sólo lo podemos sentir nosotros y es desencadenado por efectos tanto internos como externos como lo puede ser la persona que nos gusta, el arte que solemos realizar, nuestras mascotas, entre otros. Generalmente y por ignorancia popular el amor se ha contaminado y distorsionado por efectos de las historias ‘románticas’, las canciones ‘de amor’ o las ideas económicas que basan nuestro paradigma en el dar para recibir algo a cambio. Simplemente como dice Fromm y Buda "el amor es una actividad, no un afecto pasivo; es un "estar continuado", no un súbito arranque (eso es pasión). En el sentido general, puede describirse el carácter activo del amor afirmando que amar es fundamentalmente dar, no recibir. Dar sin esperar algo a cambio, pues eso se conoce como trueque o compra/venta, ideas básicas de la economía y el amor no es eso, pues es algo de los seres humano, no algo que crearon los seres humanos, es la emoción final… Nunca se habla de una relación o historias románticas o matrimonios o otros rollos, el amor es libre, es un estado personal, no necesita de amarras.” Es una emoción que la mayoría de las personas suele confundir y, por ende, lo lleva a fantasear una y otra vez esperando encontrar el “amor” de su vida, haciendo referencia a una persona, pero el “Amor” de su vida es el estado que debe alcanzar con trabajo personal, conociéndose así mismo pues, como dice el dicho, “si no me amo yo, ¿quién más me amará?”.
La diferencia radica, quizás, en lo que el psicólogo estadounidense Robert Sternberg hace del amor con su famoso triangulo en lo que podemos diferenciar cuando proyectamos nuestro estado personal a una persona y así diferenciar en el amar a un amigo, a un familiar o a la pareja. Para ver el triangulo revisar este link http://www.fromdistantearth.blogspot.com/2009/05/el-triangulo-del-amor.html

A amar…

*texto producido por el staff de fromdistantearth.blogspot.com, todos los derechos reservados.

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