viernes, 26 de junio de 2009

El cambio de Zaratustra

El cambio de Zaratustra

Así comenzó el cambio en Zaratustra, cuando vagaba por el bosque luego de haber sido rechazado por la multitud cuando anunció al súperhombre...
"Zaratustra durmió durante largo tiempo, y no sólo el alba, sino también la mañana, pasó sobre su rostro. Finalmente, abrió sus ojos; con sorpresa, fijó su mirada en la quietud del bosque y en su propio interior. Luego, se levantó con rapidez como el navegante que divisa de repente tierra firme, y se exultó, porque acaba de revelarse una nueva verdad. Y dijo para sus adentros: “Me doy cuenta de que necesito tener compañeros vivos, no muertos y cadáveres que llevo conmigo adonde se me antoje. Necesito tener compañeros vivos que me sigan porque desean seguirse a ellos mismos, adonde se me antoje. Me doy cuenta de que no he de hablar a la gente, sino a compañeros. ¡No será Zaratustra pastor y mastín de rebaño! Separar a muchos del rebaño, ésa es mi misión. Debo de parecerles odioso a la gente y al rebaño. Zaratustra quiere que los pastores lo tilden de ladrón. Digo pastores; pero ellos mismos se llaman los fieles del credo justo. ¡Mirad a los buenos y a los justos! ¿Quién provoca su odio más enconado? Aquel que quiebra las tablas de sus valores, el quiebratablas, el ‘corrompido’, es decir, el hombre creador. ¡Mirad a los fieles de todos los credos! ¿Quién provoca su odio más enconado? Aquel que quiebra las tablas de sus valores, el quiebratabla, es decir el hombre creador. El hombre creador busca compañeros, no cadáveres, ni tampoco rebaños ni seguidores de credos. El hombre creador busca a los que creen junto con él, a los que inscriben valores nuevos con tablas nuevas. El hombre creador busca compañeros y a quienes lo ayuden a levantar la cosecha; porque todo en él ha madurado. Si le faltan cien hoces, arranca espigas con fastidios. El hombre creador busca compañeros y a quienes sepan afilar sus hoces. Se los denunciará como hombres que destruyen y repudian el bien y el mal. Sin embargo, ellos serán los que se cosechan y se alegran con la labor cumplida. Zaratustra busca a quienes creen, cosechen y se alegren junto a él. ¡Qué tiene que ver él con rebaños y pastores y cadáveres! ¡Adiós, primer compañero mío! Te he dado buena sepultura en el tronco huevo de este árbol; te he cuidado bien de los lobos. Ha llegado el momento de separarme de ti. Entre aurora y aurora me ha sido revelada una nueva verdad. No he de ser pastor, ni sepulturero. No hablaré más de la gente; por última vez he hablado a un muerto. Voy a juntarme con los que crean, con los que cosechan, con los que celebran la obra cumplida. Voy a molestarles el arco iris y todos los peldaños del superhombre. Voy a cantar mi canción a los solitarios; y a quien aún pueda oír lo inaudito le voy a henchir el corazón de mi felicidad. Voy a dirigirme hacia mi meta. Despejaré mi camino, de los vacilantes y flojos. ¡Mi marcha será así su marcha fúnebre!"


*Pág.21, Así habló Zaratustra, F. Nietzsche.