miércoles, 15 de abril de 2009

Una mirada a la filosofía Sartriana

Una mirada a la filosofía Sartriana


Según el filósofo Jean-Paul Sartre (1905-1980) la finalidad de la filosofía es proporcionar un análisis de la existencia El análisis existencialista. El análisis existencial es considerado por él, ante todo, como un análisis de la conciencia, la que es “intencionalidad”; es decir, conciencia inmediatamente dirigida hacia otra cosa distinta de ella, una realidad “revelada”; excluye explícitamente tanto el idealismo, para el que la realidad es una creación de la conciencia, para el que, por el contrario, es la conciencia la que deriva de la realidad.


El análisis de la conciencia se encuentra frente a dos regiones del ser: una, la de la conciencia, que es absoluta transparencia, fluidez, negación inmaterial, esto es, lo que se llama pour-soi (para sí); la otra, la realidad extraconciencial, requerida por la conciencia como su correlación, es absoluta positividad, objetividad “cosal”, y esto es lo que se llama en-soi (en sí). Si el idealismo y el realismo fallan al explicar las relaciones que unen de hecho estas regiones ontológicas (el en-sí y el para-sí) que en derecho son incomunicables entre sí, ¿qué otra solución se puede dar a este problema? La negatividad o “nulidad” de la conciencia (a la cual se reduce a la existencia) consiste en el hecho de que “no es” su sujeto, y en que introduce en el objeto mismo la inacabalidad o la definiera que le es propia.


Que la realidad humana (es decir, la conciencia) sea la nulificación , la carencia de ser, ha sido ya suficientemente demostrada por el “deseo”, el cual no se puede explicar sino como una carencia propia del ser que desea, es decir, una necesidad de completamiento. La existencia humana, en bree, es una “boca”, un “agujero” que se abre en el seno de la compacidad del en-sí. Ésta, que no tiene que ser en sí el ser, es un intento de conquistar el ser, es decir, de realizar el ideal ontológico de un ser que tenga la estabilidad y compacidad del en-sí y la transparencia conocedora del para-sí, de un ser, por lo tanto, ontológicamente perfecto. Pero esta tensión dialéctica en que consiste la vida es abortiva, porque todo proyecto del para-sí termina en descalabro y por otra parte sólo puede terminar en quiebra, ya que, si el proyecto prospera, desaparecería la alteridad del en-sí y, por lo tanto, la conciencia, que no podría existir sin su irreductible correlativo.


Pero la existencia rompe y nulifica la realidad de hecho y se afirma en ella, aunque esta afirmación permanece constantemente insatisfecha y en el fondo gratuita. Se tiende a afirmar el carácter de libertad-innovación de la existencia humana. La libertad permanece en los límites de la factualidad, es decir, del mundo; pero este mundo, esta factualidad, se halla puesto en ser por la propia selección del hombre. Todo lo que sucede en el mundo corresponde a la libertad y a la responsabilidad de la selección originaria; por consiguiente, nada de lo que sucede al hombre puede llamarse INHUMANO. Soy yo quien decide el coeficiente de adversidad de las cosas, decidiendo por mí mismo. No existen casos accidentales; si yo soy movilizado en una guerra, esta guerra es “mi guerra” y yo la merezco: si no me aparto de ella (por ejemplo con el suicidio o con la deserción), quiere decir que yo la he elegido: elección, tal vez, por flojedad, por debilidad ante la opinión pública, pero siempre elección. Sin embargo, de aquí se desprende una ambivalencia que es necesario destacar: o mi elección es absolutamente libre y el mundo en que encuentro es el que yo he proyectado, y entonces yo soy efectivamente responsable, pero no hay error ni descalabro, o el descalabro y el error esperan ante mis elecciones, y entonces el mundo no es como yo lo he proyectado, y entonces yo soy efectivamente responsable, pero no hay error ni descalabro, o el descalabro y el error esperan todas mis elecciones, y entonces el mundo no es como yo lo he proyectado, ni soy responsable de él…



*Texto adaptado de la E. Monitor por el staff de fromdistantearth.blogspot.com, todo los derechos reservados.


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