martes, 2 de marzo de 2010

Creando la realidad

Creando la realidad

Uno de los grandes problemas que filósofos, físicos y psicólogos han querido solucionar ha sido el problema de la realidad, qué es, cómo se construye, cuál es su verdadera función. Para muchos, la respuesta está en la información, la cual, es y será una de los elementos fundamentales en la vida de los seres humanos, pues con esta adquirimos los conocimientos, lo esencial para tener una vida saludable.

Desde tiempos de antaño que la información ha constituido el principal pilar de las organizaciones sociales. Los grandes imperios se caracterizaban, principalmente, por el manejo y control de los medios de comunicación que, incluso hasta los tiempos de hoy, siguen cumpliendo su rol sea en gobiernos democráticos o autoritarios. Vender, organizar, avisar, ordenar son otras de las tantas funciones con las que cumple hoy en día la información transmitida por los mass-medias.

Nos ayudan a construir la realidad dijo un antiguo erudito del tema y, justamente, que mejor ejemplo de esto es lo ocurrido hace un par de días con el ya renombrado terremoto de Chile 2010, ubicado, ya, como el quinto más devastador de la historia, ranking, que nuestro país encabeza con el fatídico terremoto de Valdivia en 1965. Para esto, a continuación, les contaré mi experiencia…

Aquel viernes me dormí temprano pues debía trabajar temprano y, pese a que me costó conciliar el sueño, pude dormir tranquilamente hasta pasada una hora que el movimiento telúrico terminó con esto. Una vez ocurrido el catastro, lo natural fue revisar el departamento para luego mirar al exterior que, más allá del natural pánico masivo, no se vieron grandes daños a esas horas de la noche, a pesar, del corte de los suministros básicos. Mientras duró la noche pensamos que el daño había sido leve, nuestro departamento intacto salvo unas rizaduras y el exterior aparentemente calmo, aunque la incertidumbre por saber qué grado había sido, dónde había sido el epicentro y cuántas partes había afectado y, lo más crítico, si habría o no tsunami.

A medida que el sol se elevaba por los cielos, la luz se hacía más intensa lo que permitía constar con una información ya clara sobre lo ocurrido, se veían daños pequeños, hasta ese entonces, y un sinfín de rumores que me sirvieron para ir a recorrer la ciudad para completar esta nueva realidad post terremoto. Todas las tiendas comerciales estaban cerrada, incluidas las farmacias y panaderías que, aparentemente, eran lo más solicitado por todos.

Ya cuando había transcurrido gran parte del día la información comenzó a llegar, dándonos varias respuestas de las que necesitábamos como, por ejemplo, saber que el epicentro había sido cerca de concepción, que tsunami no habría y que el daño había sido desastroso en el sur del país, pero aún sin la certeza de cuán dañoso había sido tal catástrofe. Mi departamento aún sin luz, creó una noche para pensar viendo al exterior como muchas personas se arrumaban en la cancha aledaña llevando sus carpas para pasar la primera noche.

Avanzada ya la segunda parte del segundo día y aún con la incertidumbre de saber qué era lo que realmente había pasado, pues rumores había por doquier, se habilitó el servicio eléctrico y con este el esperado acceso a los medios de comunicación que, de inmediato, sacio la sed por saber. La realidad cambió al instante, ver las desoladores imágenes del sur; edificios derrumbados, calles inutilizadas, pueblos devastados por “olas gigantes” (aun discuten en la televisión si fue tsunami o ola gigante, una de las tantas curiosidades que ocurren en la prensa nacional), saqueos sin control alguno, caos y pánico general.

Para el día lunes la realidad post catástrofe estaba ya construida, con toda la información ya a nuestras manos, pudiendo hacer el catastro de todo lo ocurrido, comprendiendo, de una vez, la magnitud de tal suceso. Cerca de mil muertos, más de un millón de damnificados, empresas declaradas en quiebra y más de un millón de dólares en pérdidas, deja el quinto terremoto de mayor magnitud que se tiene registro. Finalmente una nueva realidad construida.

Separado de lo anterior, dejar para la reflexión algo que se ha discutido por montones en los medios de comunicación, ¿está justificado el saqueo ocurrido en innumerables supermercados y comercios luego del terremoto? ¿Fueron los medios propulsores de esto al informar (y crear una realidad) que se exageró sobre lo ocurrido llevando a las personas a entrar en pánico y, por ende, realizar todo lo ocurrido? ¿Justificamos solamente los robos de recursos de primera necesidad? ¿qué es primera necesidad en estos momentos? ¿Cómo se sentirán los dueños de las grandes tiendas saqueadas?

Finalmente, entregar las condolencias a todos quienes perdieron algún ser o objeto que le era importante en su vida e incitar a quienes soportaron bien esta catástrofe a ayudar en lo que pueda.


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