miércoles, 15 de abril de 2009

Extractos de "La mujer y el niño"

Extractos de "La mujer y el niño"





Hace una semana, mientras viaja en la locomoción colectiva, me llamó mucho la atención una pareja que discutía sobre lo qué significaba una verdadera relación, lo que me recordó lo que había leído hace algunos meses de "Humano, demasiado Humano". Les dejo algunos aforismo que seleccióne del capítulo "La mujer y el niño"


"Humano, demasiado Humano" (1878), F. Nietzsche. Págs. 230-243.


378
Amistad y matrimonio.- El mejor amigo tendrá probablemente la mejor esposa, porque el buen matrimonio está basado en el talento de la amistad.

379
Prolongación de la vida de los padres.- las disonancias no resueltas en las relaciones de carácter y de conformación espiritual de los padres continúan resonando en la naturaleza del niño y originan su historia pasional interior.

389
De conformidad con la madre.- cada uno de nosotros lleva dentro de sí una imagen de la mujer obtenida de conformidad con su madre; por esto es por lo general, o a menospreciarlas, o sentir una total indiferencia de ellas.

381
Corregir la naturaleza.- cuando no se tiene un buen padre, hay que hacerse con uno.

382
Padre e hijo.- los padres tienen mucho que hacer para compensar el hecho de tener hijos.


389
Matrimonios por amor.- las uniones contraídas por amor (lo que llamamos matrimonios de amor) tienen el error por padre y la necesidad por madre.

392
Un elemento del amor.- En toda clase de amor femenino, se transparenta también algo de amor materno.

393
La unidad de lugar y el drama.- Si los esposos no viviesen juntos, los buenos matrimonios sería más frecuentes.

398
Pudor.- Con la belleza de la mujer aumente, en general, su pudor.


399
Matrimonio de buena condición.- Un matrimonio en que cada uno de los cónyuges desea obtener por medio del otro un fin personal es muy sólido: por ejemplo, cuando la mujer quiere obtener por medio de su marido la reputación, y el marido, el amor por medio de su mujer.

406
El matrimonio considerado como una larga conversación.- En el momento de casarse debemos plantearnos esta pregunta: ¿Crees poder conversar con tu mujer hasta que seas viejo? Todo lo demás del matrimonio es transitorio, pues la mayor parte de la vida común está dedicada a la conversación.

407
Sueños de jovencitas.- A las jóvenes inexpertas les halaga la idea de que pueden constituir la felicidad de un hombre; después aprenden que esto equivale a despreciar a un hombre, al admitir que le basta una joven para hacer su felicidad. La vanidad de las mujeres exige que un hombre sea más que un marido dichoso.

411
La inteligencia femenina.- La inteligencia de las mujeres se manifiesta como la perfecta dominación, presencia de espíritu, utilización de todas las ventajas. La transmiten en herencia, como cualidad fundamental, a sus hijos, y el padre añade el fondo oscuro de la voluntad. Su influencia determina, por decirlo así, el ritmo y la armonía con que la vida nueva debe ser vivida; pero la melodía proviene de la mujer. Dicho sea para las personas que son capaces de darse hombres la sensibilidad y la pasión. Esto no se contradice porque los hombres lleven, en efecto, su entendimiento mucho más lejos: tienen móviles más profundos, más poderosos; son estos móviles que llevan tan lejos su entendimiento lo que en sí es algo pasivo. Las mujeres se asombran a menudo, para su capote, del gran respeto que los hombres tributan su sensibilidad. Si, en la elección de su cónyuge, los hombres buscan ante todo un ser profundo, lleno de sensibilidad, y las mujeres, por el contrario, un ser hábil, avisado y brillante, se ve claramente, en el fondo, que el hombre busca el hombre ideal y la mujer, la mujer ideal, y que, por tanto, no buscan sus complemento, sino la culminación de sus propias cualidades.

420
¿Quién sufre más?.- Después de una disputa y una querella eprsonales entre una mujer y un hombre, una de las partes sufre sobre todo a la idea de haber hecho daño a la otra, mientras que ésta sufre sobre todo a la idea de no haberle hecho a la otra bastante daño; por eso ésta se esfuerza, mediante lágrimas, sollozos y gestos de desolación, incluso por causarle asco después.


Saque sus propias conclusiones...






Bonus Track


Vi una foto muy simpática que hace alusión a la famosa frase "Dios a Muerto" de Nietzsche, Gracias a Felipe Astudillo por mandarla.






*Texto producido por el staff de fromdistantearth.blogspot.com, todo los derechos reservados.

Una mirada a la filosofía Sartriana

Una mirada a la filosofía Sartriana


Según el filósofo Jean-Paul Sartre (1905-1980) la finalidad de la filosofía es proporcionar un análisis de la existencia El análisis existencialista. El análisis existencial es considerado por él, ante todo, como un análisis de la conciencia, la que es “intencionalidad”; es decir, conciencia inmediatamente dirigida hacia otra cosa distinta de ella, una realidad “revelada”; excluye explícitamente tanto el idealismo, para el que la realidad es una creación de la conciencia, para el que, por el contrario, es la conciencia la que deriva de la realidad.


El análisis de la conciencia se encuentra frente a dos regiones del ser: una, la de la conciencia, que es absoluta transparencia, fluidez, negación inmaterial, esto es, lo que se llama pour-soi (para sí); la otra, la realidad extraconciencial, requerida por la conciencia como su correlación, es absoluta positividad, objetividad “cosal”, y esto es lo que se llama en-soi (en sí). Si el idealismo y el realismo fallan al explicar las relaciones que unen de hecho estas regiones ontológicas (el en-sí y el para-sí) que en derecho son incomunicables entre sí, ¿qué otra solución se puede dar a este problema? La negatividad o “nulidad” de la conciencia (a la cual se reduce a la existencia) consiste en el hecho de que “no es” su sujeto, y en que introduce en el objeto mismo la inacabalidad o la definiera que le es propia.


Que la realidad humana (es decir, la conciencia) sea la nulificación , la carencia de ser, ha sido ya suficientemente demostrada por el “deseo”, el cual no se puede explicar sino como una carencia propia del ser que desea, es decir, una necesidad de completamiento. La existencia humana, en bree, es una “boca”, un “agujero” que se abre en el seno de la compacidad del en-sí. Ésta, que no tiene que ser en sí el ser, es un intento de conquistar el ser, es decir, de realizar el ideal ontológico de un ser que tenga la estabilidad y compacidad del en-sí y la transparencia conocedora del para-sí, de un ser, por lo tanto, ontológicamente perfecto. Pero esta tensión dialéctica en que consiste la vida es abortiva, porque todo proyecto del para-sí termina en descalabro y por otra parte sólo puede terminar en quiebra, ya que, si el proyecto prospera, desaparecería la alteridad del en-sí y, por lo tanto, la conciencia, que no podría existir sin su irreductible correlativo.


Pero la existencia rompe y nulifica la realidad de hecho y se afirma en ella, aunque esta afirmación permanece constantemente insatisfecha y en el fondo gratuita. Se tiende a afirmar el carácter de libertad-innovación de la existencia humana. La libertad permanece en los límites de la factualidad, es decir, del mundo; pero este mundo, esta factualidad, se halla puesto en ser por la propia selección del hombre. Todo lo que sucede en el mundo corresponde a la libertad y a la responsabilidad de la selección originaria; por consiguiente, nada de lo que sucede al hombre puede llamarse INHUMANO. Soy yo quien decide el coeficiente de adversidad de las cosas, decidiendo por mí mismo. No existen casos accidentales; si yo soy movilizado en una guerra, esta guerra es “mi guerra” y yo la merezco: si no me aparto de ella (por ejemplo con el suicidio o con la deserción), quiere decir que yo la he elegido: elección, tal vez, por flojedad, por debilidad ante la opinión pública, pero siempre elección. Sin embargo, de aquí se desprende una ambivalencia que es necesario destacar: o mi elección es absolutamente libre y el mundo en que encuentro es el que yo he proyectado, y entonces yo soy efectivamente responsable, pero no hay error ni descalabro, o el descalabro y el error esperan ante mis elecciones, y entonces el mundo no es como yo lo he proyectado, y entonces yo soy efectivamente responsable, pero no hay error ni descalabro, o el descalabro y el error esperan todas mis elecciones, y entonces el mundo no es como yo lo he proyectado, ni soy responsable de él…



*Texto adaptado de la E. Monitor por el staff de fromdistantearth.blogspot.com, todo los derechos reservados.