martes, 12 de enero de 2010

La idea suicida…

La idea suicida…

Proveniente del latín sui caedere, 'matar a uno mismo', el suicidio es justamente el acto que comete el individuo para quitarse la vida. Como todo lo todo en nuestro, esta posee un valor el que puede ser ‘bueno’ o ‘malo’ de acuerdo a la cultura o religión que se mire. Para las tradiciones cristianas es considerado un pecado que será fuertemente castigado por dios, mientras que en algunas culturas japonesas es una forma para que el individuo mantenga su honor frente a alguna situación humillante.

Lo anterior no son más que meras interpretaciones que podemos darles a la biología de nuestro cuerpo. Al igual que el deseo sexual o el deseo por beber, son impulsos naturales con los que nuestro cuerpo busca comunicarse con nosotros, o con nuestro consiente, para que así busque los medios para encontrar la homeostasis necesaria que termine con aquel desequilibrio que produjo tal deseo, pues un deseo es la señal de un desequilibrio.

Luego de esto, las preguntas interesantes serían: ¿por qué deseamos suicidarnos? ¿Cuál es la el desequilibrio que buscamos terminar? ¿Cuál es a homeostasis que necesitamos?

Según el DSM-IV y diversos estudios hechos en la población norteamericana, la homeostasis que se busca conseguir es la que nos permita enfrentar la nueva situación a la que la persona se enfrenta, en que psicológicamente la persona busca matar aquella parte de sí misma que la atormenta y le impide entrar a aquel nuevo mundo, vivir aquella transición que tanto hace sufrir al individuo por tener que sacrificar parte de lo que ha sido. Por ejemplo, por nombrar algunos, suele ocurrir en deportistas profesionales que han sido amputados y ya no podrá practicar más su carrera profesional o en aquellas madres que han perdido a su hijo. Por otro lado, algunos psiquiatras señalan que en algunas personas cuando no sacian aquel deseo, desarrollan en su química cerebral un desequilibrio que hace, de alguna forma, permanente la idea la cual deberá ser suprimida y estabilizada con diversos fármacos, de los que destaca exitosamente el litio.

El construir un nuevo yo es una tarea que es tan difícil para las personas ya formadas que muchas veces terminan concretando físicamente aquel deseo.

*texto producido por el staff de fromdistantearth.blogspot.com, todos los derechos reservados.