martes, 25 de agosto de 2009

El Eterno Retorno

El Eterno Retorno


¿Cómo hemos de dar gravedad a la vida interior sin hacernos malos y fanáticos respecto de los que no piensan como nosotros? Es el punto de partida de este pensamiento milenario, idea filosófica que es una de las ideas centrales de la obra del filosofo alemán Friedrich Nietzsche.

La idea es simple; propone a sus seguidores vivir la vida como quisieran vivirla una y otra vez, de ahí la frase “Vive de modo que desees volver a vivir; ¡tú vivirás otra vez!”. Cada acción que escogemos durante cada segundo de nuestra vida pasará a la eternidad, no podemos volver al pasado para cambiarlas ni viajar al futuro para elegir lo “aparentemente correcto”, sino que tendremos un solo momento para elegir aquella acción que pasará a la infinidad: “¿Viviste la vida o la vida te vivió?”

De aquí nace la idea de algunas corrientes psicológicas, como la Gestalt, que se centran en el “vivir el aquí y ahora” para vivir la experiencia. Reforzando lo anterior, el filósofo nos entrega el siguiente pensamiento:


“¿Qué sucedería si un demonio, o lo que sea, le fuera a decir que esta vida,
como la vive ahora, como la vivió en el pasado, que deberá vivirla otra vez,
incontables veces más? No tendría nada de nuevo. Cada dolor, cada alegría,
cada detalle o cosa importante se repetirá en su vida. La misma sucesión, la
misma secuencia, una y otra vez como el reloj de arena del tiempo. Imagina
la infinidad. Considera la posibilidad de que cada acción que elija, la
elige para toda la eternidad. Entonces la vida sin vivir quedaría dentro de
usted sin vivir, para siempre. ¿Le gusta la idea? ¿Le disgusta? ¿Qué le
despierta?”

“Pero si es fatal, ¿qué poder tengo yo sobre mis actos?”. La idea y la fe son fuerzas que están gravitando sobre ti, al lado de las demás fuerzas y más que éstas. ¿Tú dices que la alimentación, el medio, el ambiente, la sociedad, te transforman y te condicionan? Pues bien, tus ideas lo hacen con más fuerza, pues ellas te determinan a escoger la clase de alimentos, el lugar, el ambiente la sociedad. Cuando llegues a encarnar la idea de las ideas, ésta se transformará. Ante todo lo que te dispongas a hacer, debes preguntarte: ¿Es esto de tal naturaleza que yo quisiera hacerlo por toda una eternidad?; ésta es la fuerza más grande.

Solo el que se sien te capaz de repetir eternamente perdurará; pero entre éstos hay un estado posible, al cual no ha llegado todavía ningún utopista. No vivas contemplativamente, esperando la bienaventuranza y gracias desconocidas, sino de modo que quisierais vivir otra vez del mismo modo eternamente. Nuestro deber se nos presenta en cada momento.

Según algunos estudiosos de la obra de Nietzsche, las tendencias principales que él nos plantea son:

1. Difundir el amor a la vida, a la vida propia en todas las formas. Todo lo que
imagine un individuo deberá valer para los demás, inaugurándose en este punto
una nueva y gran tolerancia, por mucho que contraríe nuestros gustos, si el
individuo realmente aumenta su propia vida.

2. Unirse para combatirlo todo y a todos lo que traten de hacer sospechoso el valor de la vida: contra los tenebrosos, los descontentos, los melancólicos. ¡Prohibir su propagación! Pero nuestra enemistad debe ser un medio para aumentar nuestra alegría. ¡Reír, bromear, destruir sin amargura! Esta es nuestra guerra sin cuartel… esta vida… ¡tu vida eterna!

En conclusión; simplemente, vive tu vida cada segundo, como si ese segundo fuera el último de tu tiempo…

*texto producido por el staff de fromdistantearth.blogspot.com, todos los derechos reservados.

No hay comentarios: