martes, 1 de diciembre de 2009

Para ayudar durante un crisis…

Para ayudar durante un crisis…


Más de alguna vez nos hemos estado con alguien que está pasando por momentos difícil, tan difíciles que muchas veces no encontramos la forma que podemos hacer para ayudarle o, simplemente, las palabras precisas para decirle. Éstas últimas son esenciales a la hora de ayudar a quien pasa por aquel desagradable, pero, a la vez, pueden perjudicarlo más de lo que está. Unas buenas palabras pueden fortalecer o destruir los vínculos que tengamos con aquella persona. A continuación algunos ejemplos de los errores que podríamos cometer a la hora de actuar (los que están en letra cursiva son las frases que perjudican al afectado).

Sé que tienes una enfermedad real y eso es lo que provoca estos pensamientos y sentimientos.
Todo está en tu cabeza.

Es posible que yo no entienda exactamente cómo te sientes, pero te quiero y deseo ayudarte.
Todos pasamos por momentos como éste.

Eres importante para mí. Tu vida es importante para mí.
Tienes muchas razones para vivir, ¿por qué quieres morir?

Dime qué puedo hacer ahora para ayudarte.
¿Qué quieres que haga? No puedo cambiar tu situación
.
Es posible que no lo creas ahora, pero la forma en que te sientes cambiará.
Sólo olvídalo. Mira el lado bueno.

No estás solo en esto. Estoy aquí para ayudarte.
Estarás bien. Deja de preocuparte.

Háblame. Te escucho.
Este es mi consejo...


*texto producido por el staff de fromdistantearth.blogspot.com, todos los derechos reservados.

El querer no existe...

El querer no existe.



A ratos escuchamos decir a las personas “te quiero”, “te adoro”, “te amo” y muchas de esas veces no podríamos quedar pensando en ¿cuál es la diferencia entre ellos? Pues bien, para responder esta interrogante recurrimos a la fisiología nuestra y a los, quizás, grandes sabios de la historia.


Para el primero, pensamos en las distintas emociones producida por la liberación de ciertas sustancias químicas, como podrían serlo algunas hormonas, que producen efectos a nivel del sistema nervioso, que en raudas palabras, la activación del sistema nervioso parasimpático, junto con el sistema endocrino, provocan una serie de reacciones a nivel sistémico que pueden ser expresiones faciales, cambios de temperatura, cambio del pensamiento, entre otros. Una emoción puede durar desde unos pocos segundos hasta muchos años. Estas emociones, según los investigadores, son el miedo, la ansiedad, la tristeza, la rabia, el amor y el estrés, conocidas como las emociones primarias, las que, según lo anterior, provocan cambio en el organismo que pueden inducir a enfermedades o sanaciones.


Con la fugaz revisión de las emociones, sólo encontramos una que se relaciona al concepto que buscamos, aparentemente, diferenciar y esta es el amor. Sentir amor, entonces, es un estado personal que sólo lo podemos sentir nosotros y es desencadenado por efectos tanto internos como externos como lo puede ser la persona que nos gusta, el arte que solemos realizar, nuestras mascotas, entre otros. Generalmente y por ignorancia popular el amor se ha contaminado y distorsionado por efectos de las historias ‘románticas’, las canciones ‘de amor’ o las ideas económicas que basan nuestro paradigma en el dar para recibir algo a cambio. Simplemente como dice Fromm y Buda "el amor es una actividad, no un afecto pasivo; es un "estar continuado", no un súbito arranque (eso es pasión). En el sentido general, puede describirse el carácter activo del amor afirmando que amar es fundamentalmente dar, no recibir. Dar sin esperar algo a cambio, pues eso se conoce como trueque o compra/venta, ideas básicas de la economía y el amor no es eso, pues es algo de los seres humano, no algo que crearon los seres humanos, es la emoción final… Nunca se habla de una relación o historias románticas o matrimonios o otros rollos, el amor es libre, es un estado personal, no necesita de amarras.” Es una emoción que la mayoría de las personas suele confundir y, por ende, lo lleva a fantasear una y otra vez esperando encontrar el “amor” de su vida, haciendo referencia a una persona, pero el “Amor” de su vida es el estado que debe alcanzar con trabajo personal, conociéndose así mismo pues, como dice el dicho, “si no me amo yo, ¿quién más me amará?”.
La diferencia radica, quizás, en lo que el psicólogo estadounidense Robert Sternberg hace del amor con su famoso triangulo en lo que podemos diferenciar cuando proyectamos nuestro estado personal a una persona y así diferenciar en el amar a un amigo, a un familiar o a la pareja. Para ver el triangulo revisar este link http://www.fromdistantearth.blogspot.com/2009/05/el-triangulo-del-amor.html

A amar…

*texto producido por el staff de fromdistantearth.blogspot.com, todos los derechos reservados.