martes, 21 de diciembre de 2010

El arte de mentir

El arte de mentir

Qué cuento más ad hoc para este tema, pinocho quien se le castigaba haciéndole crecer la nariz cada vez que mentía. Pero más allá de hacer un juicio de valor, veremos el tema como un arte.

Por lo general muchos autores han denominado quehaceres habituales como arte, tal como “el arte de la guerra” del estratega chino Sun Tzu en el 500AC o “el arte de amar” del psicólogo alemán Erich Fromm en 1959. El arte tiene como primera acepción según RAE como la virtud, disposición y habilidad para hacer algo, lo cual la base de la segunda acepción: Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros. Es por esto que el mentir es un arte; cómo poder generar una visión personal que construya una realidad paralela a la que se pertenece.

Mentir puede entenderse según RAE como "Decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa" o, simplemente "Inducir al error". Por esto, podemos pensar que decir una mentira es la forma que los seres humanos tienen para sobrevivir a las racionalizaciones; el porqué de los actos, el porqué de los deseos, el porqué de los afectos, el porqué de los intereses, el porqué de las relaciones, el porqué de lo que somos. Adaptar la realidad a nuestra conveniencia es también un mecanismo de defensa con el que se pretende sacar provecho de las situaciones.

Más allá de hacer un juicio moral o ético sobre "el mentir", debemos aceptarlo como parte de la humanidad, como parte de lo que somos pues diversos estudios o, últimamente, serie de televisión han demostrado que más del 95% de lo que hablamos son mentiras, alrededor del 40% de nuestros recuerdos son falsos y alrededor el 30% miente de forma inconsciente. Dejando de lado los diferentes trastornos psicológicos que tienen como síntoma la mentira como la megalomanía, la sociopatía, la manipulación y persuación (que también está presente en medios de comunicación y publicidad) e incluso, haciendo una extrapolación grosera, podría asociarse también la mentira a estados maniáticos de la bipolaridad y quizás y sólo quizás la abstracción de la realidad de esquizofrénico sea un ejemplo de cómo la mentira (viéndola como el acto de crear una realidad) puede manifestarse a tan alto nivel.

De esto último un estudio realizado en Japón demostró que las personas que suelen mentir con mayor recurrencia tienden a tener una mayor actividad cerebral que va acompañada de un alto grado de intelectualidad y conocimientos que le sirven al individuo para realizar esto. También es importante destacar que la objetividad es la única verdad y todas las racionalizaciones que podamos hacer sobre un acto serán una mentira, generalmente hablando, pues, por ejemplo, pensemos en esto: "se cayó mi lápiz; podría decir que lo empujé, lo botaron, 'me penaron', el viento lo botó, 'los fantasmas fueron', 'dios lo quizo así', fue repelido por fuerzas mágneticas, etc., etc." Es claro que aunque básico que sea el ejemplo, el hecho fue sólo la caída del lápiz, pero de manera innata podemos comenzar a generar realidades que permitan comprender el hecho pero que sólo una es la objetiva; se cayó el lápiz. También se podría pensar en una pensamiento físico que suelo utilizar para explicar este fenómeno: "si tenemos dos puntos en el espacio podemos generar diferentes trayectorias que los unan, pero sólo una, la recta que sería la objetividad, es la que nos permite gastar menos energía, menos tiempo en llegar y evitar complicaciones como lo podría ser una trayectoria circular o sin lógica."

Finalmente, decir lo que el famoso Dr. House siempre dice "EVERYBODY LIE"/"TODOS MIENTEN".



*texto producido por el staff de fromdistantearth.blogspot.com, todos los derechos reservados.

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